Que son las flores preservadas
Te contamos todo lo que debes saber de las flores preservadas: su duración, cómo cuidarlas y cómo limpiarlas para que las disfrutes por muchas temporadas
Descubre las flores que no se marchitan
Flores 100% naturales
Son flores de verdad, las mismas flores que crecen en el campo o los viveros. Cuando llegan a su punto de máximo esplendor, se cortan y se les aplican diferentes tratamientos de secado y conservación, pero siguen siendo tan de verdad como una rosa o una hortensia de cualquier jardín.
Flores a todo color
Es natural que la mayoría de flores, al secarse, pierdan cierta coloración, pero hoy en día durante el proceso de deshidratación se añaden pigmentos que potencian el color y que ofrecen tonalidades frescas, vivas y atractivas que llenan de vida los ramos de flores preservadas.
Las flores preservadas siempre adquieren unos colores muy característicos que las hacen aún más especiales.
Flores de larga vida
Las flores preservadas son mucho más resistentes que las flores frescas, ya que no dependen del agua para vivir. Aléjalas del agua y del sol y te podrán durar en óptimas condiciones incluso hasta dos años.
¿Cómo es el proceso de envejecimiento?
El paso del tiempo irá desgastando muy lentamente su estructura y color. Lo más habitual es que no lo percibas fácilmente y que el ramo se vaya asentando y madurando mientras sigue guardando su encanto. Si no sufren ningún estrés ambiental como golpes de calor o humedad, es un proceso que puede durar muchos meses e incluso años. En la mayoría de los casos serás tú quien decida que ya han cumplido con su ciclo de vida útil y decidas cambiarlas.
¿Cómo cuidar las flores preservadas?
Nada de agua
El agua es el enemigo número uno de las flores preservadas. Intenta que los tallos no queden muy apretados dentro del jarrón, ya que podría favorecer la formación de humedad. En épocas de humedad ambiental elevada o si vives junto al mar, colócalas en la zona del hogar más resguardada y ventilada.
Nada de sol ni fuentes de calor
Los rayos UVA aceleran la pérdida de color de las flores preservadas. Colócalas en un lugar que luzcan, pero evitando la exposición directa al sol. Del mismo modo, aleja tus flores de otras fuentes de calor artificial como electrodomésticos o radiadores de calefacción ya que acelerarían el secado de las fibras vegetales.
Nada de polvo
Sólo cuando notes que se ha acumulado polvo en los pétalos, pasa un cepillito suavemente o utiliza un secador de pelo con aire frío a unos 30 centímetros para no dañar los pétalos.
Otros mimos
Aunque es poco común, los cambios de estación, temperatura o humedad pueden provocar que las fibras vegetales se contraigan. En estas condiciones tus flores pueden desprender ocasionalmente gotas de tinte y líquidos preservantes. Es algo poco frecuente pero puede llegar a ocurrir de forma temporal. Intenta no apoyarlas en muebles o tu ropa y colócalas siempre en un jarrón para evitar que puedan manchar esas superficies. Si se trata de un ramo de novia, pásale justo antes de usarlo un papel de cocina en los tallos para asegurar que está seco y no mancha.
Aleja a los insectos
Con el tiempo, como con todas las flores, algún insecto puede sentirse atraído por tu ramo. Para mantener tus flores libres de insectos, usa un spray insecticida de vez en cuando sobre los tallos ( sin pulverizar los pétalos) o coloca una pastilla antipolillas colocado en la base del jarrón para ayudarte a alejarlos.
Guarda tus recuerdos en forma de flores
Siguiendo estos pocos cuidados podrás tener tus flores durante mucho tiempo.